martes, 1 de octubre de 2013

La necesidad de entender


La necesidad de entender, de aprehender el sentimiento de la pérdida reafirma el sentimiento de dependencia, de auto-salvación y fe en un mundo lleno de antagonismos, contradicciones y predicaciones mundanas. 


El simple hecho de buscar motivos, causas y efectos es lo que nos destruye lentamente, aunque a simple vista, su búsqueda sea una pseudo-necesidad auto-infringida mas condicionada por mecanismos complejos de control biopolítico. Y es que aquello que escapa del entendimiento y politización dentro de un marco donde lo que se preserva es la vida, donde se esconde y se difuminan los rastros y las huellas de la desaparición material humana, es aquello a lo que aspiramos a conocer, a lo que dedicamos nuestras vidas a comprender y razonar.


Y cuando nos preguntamos por sus motivos, cuando buscamos los “por qués” que tanto nos acechan, es cuando comenzamos a alejarnos de lo realmente efímero y bello de la vida en sí misma; olvidamos que disfrutar es tan sencillo como sonreír y atrapar los instantes más alegres que nos rodean. Obviamos la simpleza de lo biológico.
Pero, por el contrario, nos acercamos a la supremacía del ser, cuando logramos abandonar las banalidades y nos permitimos sentir la exquisita fluidez, la delicada sensación de poder sentir per se, de ser capaces de abstraernos de a ratos de nuestra realidad tan vehemente.



De abandonar las profecías, para dejar de entender y comenzar a sentir.

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