
La simplicidad del propio acto mimético pasa constantemente a niveles superiores, o se pierde en la rutina terrestre. No importa.
Vagabundean las almas absorbidas por la disciplina y, paradójicamente, atomizadas a su propia visión programada del mundo. El trabajador, el debate.
Aquéllo es premisa de discreción… inconsciente. ¿Puede Dios culparnos por ser víctimas de su propia creación errática?. Lo que sea.
Ignorancia a la complejidad, sumisión a problemas irrelevantes, obediencia que responde a valores heredados, transmitidos pero cognoscibles.
La verdadera cuestión es que lo desconocemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario